Albert Toledo, director en el área laboral, analiza en su artículo para Capital Humano la regulación de la vestimenta en el ámbito laboral y cómo afecta esto al día a día de las personas trabajadoras y las empresas.
Según comenta nuestro abogado laboralista en su texto: "el derecho fundamental a la intimidad comprende la libertad de la persona trabajadora de elegir los elementos integrantes de su imagen externa, su corporeidad y sus posibles transformaciones y elementos añadidos". Y es que no existe una normativa rígida respecto a la indumentaria, más allá de los códigos de vestimenta que cada empresa recomiende o lo que la prevención de riesgos laborales indique.
En caso de que las directrices de la empresa choquen con los derechos fundamentales del trabajador y no se encuentre "una solución en el seno de la empresa, será tarea judicial (o en su caso de una actividad mediadora) la de ponderar cuáles prevalecen".
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