Hasta el estallido de la crisis del Coronavirus, el Gobierno pretendía llevar a cabo una reforma fiscal para establecer un mínimo estatal en el impuesto de sucesiones y donaciones. Como recoge El Español, el Ejecutivo perseguía ‘armonizar’ los impuestos cedidos a las comunidades autónomas para “evitar la competencia desleal entre regiones sin afectar a su autonomía fiscal. Por ese motivo, pretende establecer un mínimo en el impuesto de sucesiones y donaciones por el cual pagarán todas”, apuntaba hace unas semanas María Jesús Montero, ministra de Hacienda.
Este anuncio ha provocado que las donaciones de vivienda hayan crecido un 33,8% en España durante febrero con respecto al mismo mes de 2019, según la Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad (ETDP). En declaraciones a El Español, nuestro compañero Javier Lucas, socio del área de Derecho Tributario, señala que “ha aumentado el número de donaciones principalmente por el temor a que el Estado armonice al alza la fiscalidad por el ISD en las distintas comunidades autónomas; máxime cuando los partidos actualmente en el Gobierno han manifestado reiteradamente su voluntad de actuar en esta dirección”.
“Hay comunidades autónomas que en la actualidad dispensan un tratamiento fiscal muy ventajoso a las donaciones, como las de Madrid o Andalucía, y en las mismas existe el miedo a que el legislador estatal limite las citadas competencias y se produzca una armonización del impuesto de sucesiones y donaciones que en la práctica suponga un aumento de la carga impositiva”, concluye.
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