Las medidas anti-COVID no son discutibles en una empresa cuando hay obligatoriedad de cumplirlas. La desobediencia puede ser causa de despido justificado, como es el caso de una trabajadora que, tras varias discusiones con el jefe sobre el mal uso de la mascarilla, acabó siendo despedida. Si bien es cierto que una sola falta no debe ser el desencadenante, la llamada reiterada de atención para cumplir las medidas anti-COVID si lo es.
Enrique Ceca, socio del área laboral, comenta sobre el caso en Expansión Jurídico que “en este caso, hay más circunstancias. La sancionada se había negado a acatar las medidas en ocasiones previas”. Además, considera la sentencia como un “un aviso a navegantes. Claro que los empresarios deben pactar con sus empleados lo que incumbe al espacio de trabajo. Pero el fallo es un aviso y los empleados deben verle las orejas al lobo. La prevención contra el Covid-19 no es un juego”.
Enrique comenta también que las medidas anti-COVID en las empresas son todo un reto para el ámbito legal: “la prevención laboral, los repartidores o el teletrabajo son cuestiones nuevas a resolver”.
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