Siendo las redes sociales un potente altavoz para denunciar determinadas situaciones, no siempre es beneficioso. Se ha puesto "de moda" quejarse del trabajo en redes y sacar pecho de haber renunciado a un puesto. Sin embargo esto puede afectar a tu futuro profesional y puede tener implicaciones legales negativas para el trabajador.
Jorge Sarazá, socio del área laboral, advierte en Expansión (sólo para suscriptores del medio): "hay que tener cuidado con la frontera entre el simple derecho al pataleo y la calumnia" porque, desde legalmente, "pueden suponer un agravante de publicidad y gran difusión en cuestión de derecho al honor, la propia imagen, calumnias e injurias".
Y añade: "desde el punto de vista laboral, por mucha queja y pataleo a la que pueda tener derecho un profesional, nunca tendrá un cheque en blanco en internet o en las redes sociales".
Nuestro laboralista además destaca: "un profesional en activo que use los canales de las redes sociales para quejarse de su jefe o compañía ha de tener en cuenta que existen códigos éticos y manuales de conducta cada vez más extendidos por las organizaciones. Excederse en estos casos puede acarrear sanciones o despidos".
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