La ley del teletrabajo que se viene regulando desde el pasado mes de septiembre de 2020 no es fácil de aplicar. Una vez pasado el periodo de necesidad durante la pandemia, las empresas creen que la ley de teletrabajo exige demasiadas cargas y no les da flexibilidad para implementar el sistema.
Ana Gómez, socia del área laboral, comenta en El País: “Las empresas lo que nos preguntan es por cómo pueden saltarse la norma para librarse de esas obligaciones”, sobre los costes y dificultades que supone implantar un modelo real de teletrabajo.
Con la vuelta a la normalidad, muchas empresas han optado por volver a la presencialidad o por modelos híbridos, manteniendo la fórmula del teletrabajo como una herramienta de conciliación en momentos puntuales para los empleados.
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