El teletrabajo se ha impuesto a la fuerza como una modalidad común durante los últimos meses a causa de la Covid-19 y se sigue manteniendo tras el paso de Filomena. Muchas empresas han visto en esta nueva forma de trabajar un ahorro de costes pero también ha planteado dudas, pues el doble filo del teletrabajo complica las negociaciones entre empresa y trabajadores. Los empleados deben asumir gastos adicionales por el hecho de teletrabajar y esto ha sacado a la palestra el debate de si las empresas deben o no cubrir esos gastos o en qué porcentaje.
Ana Gómez, socia del área laboral, ha explicado en La Información que esta situación ha generado un debate que se gestionará a través de las negociaciones colectivas. El aumento de consultas legales sobre este tema ha aumentado en los pasados meses y parece que seguirá igual en 2021, pues alcanzar el consenso sobre lo que puede ser un pago razonable por los costes derivados de teletrabajar es complicado.
Otro tema que está en boca de todos es la prevención de riesgos laborales. Se escapa al control de las empresas verificar las condiciones de trabajo de cada empleado en sus hogares. Sumado al doble filo del pago de gastos por teletrabajo anteriormente mencionado, Ana opina que “son aspectos confusos, complejos de articular y que están generando mucha incertidumbre en las empresas y en los departamentos de recursos humanos, que acumulan exigencias de los trabajadores en estas áreas”.
Ana Gómez reflexiona sobre el hecho de que el RDL 28/2020 sobre el Teletrabajo, generado para intentar apaliar la situación y ayudar, no está siendo tan eficaz como debería, afectando sobre todo a las empresas en las que es más complicado adoptar la fórmula del trabajo a distancia.
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