Aunque algunas start up españolas ya están aportando soluciones reales y eficaces a problemas derivados de la propagación del coronavirus, como es el caso de la escasez de material médico o las deficiencias en el cuidado a la población más vulnerable, estas empresas no son ajenas a la crisis y también deben hacer frente a numerosas consecuencias laborales.
Como destaca Expansión, “para capear el temporal que ha provocado la crisis sanitaria, económica y social del coronavirus, emprendedores e inversores defienden la posibilidad de adoptar medidas que no supongan una paralización de la actividad o tener que recurrir a despidos“.
En declaraciones al citado medio, nuestro compañero Ramón Mesonero-Romanos, socio del área de Tecnología, Innovación y Economía Digital, considera que las start-up se enfrentan a un escenario complicado: “No debemos olvidar que, superado este primer round de contención –ERTE–, que no destrucción, vía laboral, vendrá el siguiente, que es reanudar y reubicar a la start up en la situación previa al Covid-19, y eso implica tiempo y dinero“.
Por su parte, Guillermo Barrios, Of Counsel del área laboral, destaca los ERTE como una de las medidas que podrían aplicar las start up para afrontar esta crisis, aunque se refiere también a otras menos traumáticas, como el teletrabajo, la adaptación flexible de jornadas, o las modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo.
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