La reventa de entradas de la Champions está perseguida por la UEFA, sin embargo, se encuentra en un limbo legal que hace difícil detectarlo y actuar en consecuencia. El partido de la final de la Champions el próximo 28 de mayo es de los más cotizados por los aficionados y también de los más jugosos a la hora de sacar provecho de la reventa de entradas.
Cruz Peira, abogada en el área de litigación y arbitraje, explica la situación en El Confidencial: "Lo cierto es que hay un vacío legal que dificulta determinar su régimen jurídico. [...] Es una regulación antigua, pero la falta de consenso parlamentario ha impedido aprobar una nueva norma que recoja las nuevas formas de reventa de entradas, que son especialmente problemáticas cuando son especulativas".
Pero además apunta a una práctica mucho peor, la venta de entradas falsas: "La venta de entradas falsificadas es mucho más grave que la reventa porque se adentra en el terreno del delito y, por tanto, puede ser castigada con penas de cárcel".
Aquí, aunque sí hay mecanismo de denuncia por parte del comprador estafado, "el problema es que suelen pertenecer a redes con un procedimiento muy sofisticado, en el que ocultan su identidad y ni siquiera operan en el país en el que llevan a cabo la reventa, por lo que a la policía o al juzgado le resulta muy difícil su identificación tanto si es una persona física como una jurídica", explica nuestra abogada especialista en delitos penales.
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