“Tras unas exiguas ayudas fiscales a consecuencia de la crisis sanitaria desatada por el Covid-19, otra vez flota en el ambiente la amenaza de una subida masiva de impuestos“. Así comienza la Tribuna que Javier Lucas, socio del área de Derecho Tributario, publica hoy en Expansión.
“Endurecimiento de los impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y sobre Sucesiones y Donaciones (ISD), sustitución del Impuesto sobre el Patrimonio (IP) por el varias veces anunciado Impuesto a las Grandes Fortunas, con mayor capacidad recaudatoria, y otras modificaciones en la misma línea, pueden avecinarse”, apunta.
Nuestro compañero considera que “en caso de materializarse tan indeseables expectativas, la situación de crisis económica que va a seguir a la sanitaria, sin duda será utilizada como pretexto por el Gobierno para justificar la necesidad de incrementar los recursos disponibles“. Entre las opciones existentes, en opinión de Lucas, destaca una a largo plazo (descartada por tener una duración superior a una legislatura) y dos a corto plazo que supondría llevar a cabo recortes, o bien, una subida masiva de impuestos.
“Descartadas las soluciones a largo plazo y los recortes, ¿qué nos queda? ¡Exacto! el aumento de la recaudación, lo que inevitablemente se traduce en un endurecimiento de los impuestos que afectará a todos los ciudadanos“, señala.
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