La Audiencia Nacional avala la aplicación de un ERTE de fuerza mayor para una empresa de teleoperadores, las denominadas contact center. La sentencia establece que la empresa afectada actuó correctamente y que no incumplió ninguna norma al suspender las relaciones de estos trabajadores. En este sentido, destaca que no se podía desarrollar esta actividad durante el Estado de Alarma.
Como señala El Economista, “los teleoperadores atendían llamadas sobre un servicio de portabilidad de contratos de telecomunicaciones”. Para prestar el servicio de portabilidad, “los técnicos se verían obligados a desplazarse a los domicilios de los usuarios para el cambio de infraestructura. Esto generaba un riesgo de contagio“.
Preguntado por este caso, nuestro compañero Luis Pérez Juste, Socio del área laboral, señala: “Hasta ahora no existía una resolución que aclarase si era posible acudir a la figura del ERTE de fuerza mayor para aquellas campañas de contact center cuyo objeto consistiese en la portabilidad o cambio de operador telefónico. […] A partir de ahora, se aclara que efectivamente al existir un riesgo de contagio por el cambio de infraestructura que tienen que llevar a cabo los técnicos en el domicilio de los usuarios, durante el Estado de Alarma, existía para estos supuestos causa suficiente para acudir al ERTE de fuerza mayor“.
“Adicionalmente, la Audiencia Nacional considera que es perfectamente factible que una empresa acuda para una unidad en concreto a un ERTE de fuerza mayor, y posteriormente, a un ERTE ETOP en otras áreas de negocio de la empresa que no se han visto afectadas por la cusa de fuerza mayor”, concluye.
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