Dejar propinas puede generar conflicto en las empresas. Aunque es un concepto que se entiende para premiar la atención del trabajador y debería corresponderle en su totalidad, hay negocios que deciden custodiarlas e incluso, en ocasiones, ni siquiera repartirlas. Dejar propinas a los empleados es una práctica cada vez más común, especialmente en empresas del sector de la hostelería.
Jorge Sarazá, socio del área laboral, explica en Confilegal: "las propinas son de los trabajadores, no son de la empresa, aunque no sea salario".
Advierte que actualmente "no hay regulación legal", por tanto, no hay una regla clara "sobre si la empresa puede o no entrar a regular la gestión de las mismas o su reparto", y esto es lo que genera conflictos a la hora de repartir las propinas entre los trabajadores. Algunas sentencias si se han mostrado favorables a que sea la empresa la que gestione las propinas, pero apunta, siempre que "si con ello protege al colectivo entero, y no se benefician solo determinados trabajadores".
Y nuestro abogado laboralista concluye añadiendo que "si se demuestra que los trabajadores llevan tiempo percibiendo propinas y han consolidado ese derecho, y la empresa las quita, podría entenderse que se habría generado un derecho adquirido o condición más beneficiosa. Algo que podría reclamarse judicialmente para que se restituya el derecho a percibir propinas".
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