La polémica de si se puede o no obligar a llevar cofia a las empleadas ha llegado tras la suspensión de empleo y sueldo a varias trabajadoras por negarse a usarla. Este elemento del uniforme lo consideraban clasista. Aquí entran en conflicto las obligaciones relacionadas con el puesto y sus necesidades y un posible trato diferencial hacia las mujeres respecto de los hombres.
Ana Gómez, socia del área laboral, comenta en Cinco Días que se debe acreditar “la imposición de cofia o diadema es una medida objetiva y necesaria para la marcha de la actividad y sus legítimos intereses” y demostrar una “verdadera necesidad”. Añade además que el trabajador “puede cumplir la orden y, después, reclamar ante los tribunales, o bien incumplir la orden presuntamente irregular, a riesgo de ser sancionado”.
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