Como cada 22 de marzo, Naciones Unidas celebra el Día Mundial del Agua, y con ella lo hacemos todos.
Tras 27 años poniendo en valor al recurso “Agua”—se declaró día internacional en diciembre de 1992 y se celebró por primera vez un año después—, con desafíos tales como «no dejar a nadie atrás», «aguas residuales, ¿por qué desperdiciar agua?» o «la naturaleza al servicio del agua», este año se dedica al «Agua y cambio climático».
La elección de este tema no hace sino reforzar una prioridad ya incluida en todas las agendas, nacionales e internacionales; dando así continuidad a los compromisos alcanzados, o aún pendientes, en la lucha contra el cambio climático. De hecho, poniendo el foco en el “Agua”, se subraya la naturaleza transversal y la urgente necesidad de que la acción climática permee desde todos los recursos naturales y en toda su amplitud, al ser sus efectos devastadores para la sostenibilidad del ecosistema hídrico.
La primera COP Azul que tuvo lugar en el marco de la Cumbre del Clima celebrada, el pasado diciembre, en Madrid (COP 25), fue una llamada de atención al papel esencial que juegan los océanos en la temperatura de la tierra, al ser capaces de regular hasta el 90% del incremento causado por el calentamiento global. Numerosos Informes científicos evidencian que un mayor o menor aumento del nivel del mar tiene incidencia directa en el riesgo que afrontan las zonas costeras. Un caso cercano, como el del delta del Ebro ejemplifica lamentablemente el ritmo al que se deja sentir este impacto. La tercera desembocadura más grande del Mediterráneo ve cómo la subida del nivel del mar se come el ecosistema (buena parte de su terreno se dedica a la producción de arroz) al que, además, no le llegan los sedimentos atrapados en los embalses del río.
Con este escenario, bajo el tema «Agua y cambio climático» se nos propone, como un objetivo prioritario 2020, la buena gestión y el control del recurso, lo que conlleva no solo su protección, ahorro y mejora, sino también una directa reducción de las emisiones de los llamados gases de efecto invernadero, y la consecuente mitigación de sus devastadores efectos.
En el logro de estos objetivos, las acciones y medidas adoptadas individualmente son igual de imprescindibles que las políticas y medidas aprobadas por las Organizaciones internacionales y los Gobiernos nacionales.
Por ello, en la celebración del Día del Agua os queremos recordar que con pequeñas acciones, podemos lograr, cada uno en nuestros respectivos ámbitos de actuación, grandes cambios.
Conscientes de ello, desde CECA MAGÁN hemos puesto en marcha el Área de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible para ayudar, de forma eficaz y eficiente, que nuestros Clientes alcancen los objetivos señalados.
Mª José Rovira
Socia y directora del Área Público y Regulatorio
TOP Best Lawyer 2020 en Derecho de Aguas
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