Con la llegada de la vacuna de Covid-19 surgen muchas dudas en el panorama laboral, tanto para empresas como para trabajadores. Si es posible que una empresa obligue a sus trabajadores a vacunarse o si es posible un despido por negarse son algunas de las cuestiones básicas que se plantean, sumando además las incógnitas propias que suscita la propia vacuna Covid-19 a nivel médico.
Alberto Novoa, socio del área laboral, escribe un artículo en Iberian Lawyers analizando la situación desde el punto de vista de derecho laboral, con todas las complejidades que conlleva y opina que “en el marco del contrato de trabajo, la salud y la seguridad del trabajador no son una opción para el empresario, son una obligación imperativa que además lo es frente a todos sus empleados, sin que pueda rehusar su cumplimiento amparándose en la voluntad expresa de uno o varios de sus acreedores de seguridad. Por otro lado, el derecho a la integridad física del trabajador, que es un derecho fundamental de máxima protección, le autoriza a rehusar un tratamiento físico invasivo como lo es una vacuna”.
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