17 Ene 2014 En la madrugada del invierno, el Retiro tiene un cierto tono metálico. El suelo tiene una apariencia pulida, el estanque una impronta de acero y hasta los árboles parecen tener el aspecto ferruginoso del corten. Todavía en noche cerrada, las farolas de baja intensidad convierten la ruta del corredor en una continua conquista de puntos de luz. Pese a la ropa térmica, los inevitables guantes, la braga al cuello y el gorro que culmina nuestra imagen de hombre preparado para cualquier reto, hace frío. Apenas lo sentimos en una pequeña franja de nuestro rostro, pero hace frío. Las continuas bocanadas de vaho que acompañan cada zancada ofrecen la prueba definitiva de la diferencia de la temperatura exterior y la de nuestros pulmones. Ver artículo Ceca Magán en los medios Gestión de despachos Añadir nuevo comentario You must have JavaScript enabled to use this form. Su nombre Comentario Acerca de formatos de texto Acepto la Política de Privacidad y el Aviso Legal. GuardarPreview
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