Una noticia de última hora afirma que la Unión Europea está a punto de quedarse sin fondos para financiar, entre otros programas de ayudas comunitarias, las famosas becas Erasmus de intercambio de estudiantes universitarios en Europa y en el resto del Mundo, y todo ello, debido a los recortes al presupuesto de 2012 impuestos en su día por la UE.
El programa ERASMUS (European Region Action Scheme for the Mobility of University Students) tiene como objetivo la movilidad académica dentro del ámbito universitario. Por ello, apoya y facilita, tanto a estudiantes como a profesores, la posibilidad de llevar a cabo sus estudios en otro país siempre que esté dentro de los estados miembros de la Unión Europea.
El curso pasado, España fue el destino principal de estudiantes Erasmus con un total de 37.432 alumnos, seguido de Francia (27.721) y Alemania (24.734). No contentos con ello, también ha sido el que más jóvenes envió al extranjero con 36.183 alumnos y, de igual modo, seguida de Francia y Alemania, según dijo la responsable europea de Educación y Juventud, Androulla Vassiliou.
Desde que se puso en marcha en 1987, alrededor de 2,5 millones de estudiantes europeos han podido beneficiarse de este programa que no solo te abre las puertas en el futuro laboral sino que también te conduce a nuevas experiencias culturales. De esta forma, el próximo año, la Comisión Europea prevé que se alcancen los 3 millones de participantes.
El que suscribe fue uno de los afortunados estudiantes que, hace poco más de diez años, exactamente en septiembre de 2002, llegó a la facultad de Derecho de la Universidad Rey Juan Carlos Iº de Madrid lleno de ilusión y esperanzas de futuro que, todavía a día de hoy, y a pesar de los tiempos tan duros que estamos viviendo, mantiene intactas sus expectativas profesionales y está firmemente convencido que el Programa Erasmus es la verdadera esencia y está a la base de la auténtica “cultura social comunitaria”.
Hemos creado una estructura supranacional, en la cual la diversidad es (o por lo menos debería ser) nuestro punto de fuerza. Por ello, crear una verdadera cultura Europea pasa necesariamente por acercar los jóvenes y prometedores individuos que componen esta realidad, es decir los jóvenes estudiantes (y el futuro) de Europa a las tradiciones, las costumbres, la cultura y la historia de los demás países. Crear un network de conocimientos y experiencias europeas es absolutamente necesario y, en una escala de valores, resulta para quien suscribe ser incluso anterior a la más que discutida unión monetaria (Eurozona).
Las cifras además, hablan por si misma: España es el país que más estudiantes Erasmus recibe cada año y el país que más envía a sus estudiantes al extranjero. Por lo tanto, nuestra querida España está siendo, a día de hoy, y a pesar de todas las críticas recibidas en estos últimos tiempos, la verdadera cuna de la cultura europea, ya que acoge en su seno a miles y miles de estudiantes que, el día de mañana, serán el capital europeo más preciado, es decir su verdadera fuerza y alma.
Por lo tanto, un servidor espera sinceramente que este tipo de ayudas no sufran más de la cuenta los nuevos recortes anunciados por la UE e invita apasionadamente a todos los estudiantes, profesionales, etcétera que hayan (o no) vivido un experiencia Erasmus a decir la suya en relación con este tema que cada año más nos apasiona, en nuestra condición jurídica de ciudadanos de la Unión Europea.
Enea Di Rienzo
Ceca Magán Abogados