Twitter es una plataforma de comunicación bidireccional, con naturaleza de red social, que limita sus mensajes a 140 caracteres, que no te obliga a seguir a tus seguidores o “followers”, y que te permite organizar tus listas de contenido en función de tus intereses, tanto laborales como personales.
Es una fuente constante de información y una excelente herramienta profesional y comercial, pero no hay que olvidar que te expones públicamente, por lo que cada vez es mayor el número de personas que optan por tener dos cuentas diferenciadas, una con objetivos fundamentalmente profesionales, y otra con contenido personal, en el que tu TL puede ser de lo más ecléctico; aunque lo más habitual es tener abierta una sola cuenta en la que organizas tus diversos intereses en tantas listas como quieras.
Y aquí surge el problema. ¿Necesitamos dos perfiles diferenciados? Es habitual que los usuarios de Twitter emitan (o emitamos) opiniones en apoyo de sus empresas o de distintos proyectos que llevan a cabo en las mismas, pero en algunas ocasiones esto nos lleva a que se pueda confundir una opinión personal con una opinión profesional, o con la postura de nuestra empresa respecto a un tema concreto.
¿Deberían las empresas regular el uso de Twitter por parte de sus empleados? Personalmente creo que no, sin embargo, aunque esta red social nos permite expresarnos libremente, hay algo que no se nos puede escapar. Si utilizas el nombre de tu empresa para darte a conocer, si en tu TL se reconoce fácilmente un uso profesional y comercial de esta red, entonces hay que ser prudente y utilizar el sentido común, dejar claro cuándo se habla en nombre de la empresa y cuando lo haces a título personal, teniendo claro que el simple hecho de expresarte a “título personal” no te exime de poder tener un grave problema laboral.
No entiendo mi cuenta en Twitter con un fin comercial, personalmente hago un uso social e informativo de la misma, aunque en algunas ocasiones sí que he tuiteado algún artículo publicado en medios profesionales, y apoyo a mis colegas, amigos y despacho.
No puedo ignorar que Twitter es una herramienta de comunicación que me mantiene en contacto con el mercado profesional y que puede impulsar mi marca personal, pero mi objetivo real es estar informada sobre todas aquellas cuestiones que me interesan, ya sean de carácter profesional o personal. ¿Me estoy equivocando?
Susana Perales Margüelles
Ceca Magán Abogados
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