A principios del año 2008 la Empresa Telefónica anunció el despido colectivo de aproximadamente 8.500 trabajadores en España a pesar de que la Compañía en su conjunto presentaba unos resultados positivos.
Iniciada la crisis económica y ante la alarma social generada por la afectación de dicha medida a las mermadas arcas públicas, el Gobierno socialista reaccionó consiguiendo obligar a las Empresas que realizasen un ERE y cumplieran con determinados requisitos que trataremos posteriormente.