De un tiempo a esta parte, quizás coincidiendo con la etapa profunda de la crisis que azota el mundo, las Administraciones Públicas, a través de sus organismos de control, han venido incrementando e intensificando sus acciones de fiscalización de cumplimiento de todo tipo de obligaciones.
Son distintos los organismos que han llevado a cabo campañas de verificación del cumplimiento de normativa y obligaciones diversas. De modo que en aspectos donde anteriormente la Administración no centraba su interés, o lo hacía de forma más periódica o lejana en el tiempo.
De forma concreta, podemos indicar que la Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha lanzado diversas campañas en materia de relaciones laborales sobre temporalidad, contratación de discapacitados, entre otras. Y, curiosamente, esas campañas ya habían sido ejecutadas tiempo atrás. Sin embargo, el especial énfasis y reiteración con que está actuando ahora este organismo, no hace sino pensar que existan órdenes no escritas de incrementar las actuaciones inspectoras así como las sanciones a imponer. Pues, a mayor número de visitas, mayor probabilidad de sanciones.
En este sentido, hemos podido comprobar recientemente que la Inspección está llevando a cabo visitas por igual a multinacionales que a empresas PYME, sin importar si la legislación le es de aplicación o no. Es decir, la proporcionalidad de ciertas obligaciones no está prevista legalmente para todo tipo de empresas. Sin embargo, pequeñas, medianas y grandes empresas están sufriendo la imposición, en algunos casos, de desproporcionadas sanciones sin atender a las circunstancias reales de las empresas sancionadas.
Así pues, ello nos invita a pensar que al margen de una indudable voluntad de control de la normativa vigente, así como de su cumplimiento, todo parece indicar que se ha incrementado la actuación inspectora y con ello la recaudación de cuantiosas multas antaño desconocidas.
Lamentablemente ello ha coincidido con la crisis financiera lo que ha provocado que el férreo control ahora desplegado por este tipo de organismos no vaya, precisamente, en consonancia con los tiempos que corren. Confirmando así que bien podría revestir dicha actuación alguna nota, también, de tipo recaudatorio para las vacías arcas del Estado y las Comunidades Autónomas.
Jorge Sarazá Granados
Ceca Magán Abogados