Acabamos de tener conocimiento de los nuevos datos de desempleo en España, desglosados por Comunidades Autónomas, colectivos, etc.; como viene siendo habitual. La verdad es que uno ya tiene ganas de que esta maldita crisis termine, pero como mejor se podría presentar dicho fin sería con la forma de una drástica reducción del desempleo.
Como decía, estos días se han publicado las cifras de paro y nos hemos llevado la grata sorpresa de que por fin desciende en una cantidad significativa el número de personas que no tienen empleo; resultando más castigados los jóvenes que buscan su primer empleo. Andalucía también sale reforzada y aliviada al descender sensiblemente el número de parados en el sur del país.
Ahora bien, la pregunta que se hace el que escribe estas líneas es la que nos llevamos haciendo muchos años: ¿será por fin un dato indicativo de que la situación mejora o será, como siempre en los tiempos más recientes, un ligero repunte de cara a la temporada veraniega? Quiero ser optimista y pensar que al verano todavía le queda un poco de tiempo en llegar, y que pese al buen clima de las últimas semanas (no en toda España), es especialmente significativa la reducción del número de desempleados para pensar en un simple achuchón pre-veraniego.
Quizás el verano incluso mejore esas cifras y podamos afrontar el último trimestre del año con más optimismo y con una base más sólida que antaño.
Es el dilema recurrente de cada año o periodo estival. El verano, el buen tiempo y el sector servicios alivian las dramáticas estadísticas que ofrece cada poco tiempo el Gobierno y sus organismos correspondientes. Pero no podemos negar que el descenso en casi 50.000 personas, casi un 1 % menos de desempleo y otros datos, constatan la mejor cifra desde abril de 2007. Y aunque el mes de abril suele marcar la puerta de entrada al repunte estacional del empleo, quiero pensar que esos datos son mejores que los anteriores, significativamente.
Confiemos en pensar que este sea un dato alentador y que vengan tiempos mejores, que aguantemos el ciclo alcista del verano en lo que a empleo se refiere y no nos resintamos a la vuelta de las vacaciones. Esperanza mejor que espejismo.
Jorge Sarazá Granados
Ceca Magán Abogados
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