España es uno de los países de la Unión Europea, UE, a los que más referencia se hace a la hora de hablar del potencial del hidrógeno, y su puesta en marcha como alternativa energética. Gracias a las particularidades geográficas y climáticas de nuestro país, el despegue del sector resulta viable.
Recientemente la consultora británica, Cornwall Insight, publicó un índice del potencial del hidrógeno en diferentes países, situando a España en el tercer puesto, detrás de Alemania y Corea del Sur.
Ejemplo de esta confianza del potencial del hidrógeno en España es la creación de la plataforma HyDeal Ambition, asociación de más de treinta empresas de diferentes Estados Miembros, que busca crear un centro de producción de hidrogeno verde masivo en España, proyectan 3,6 millones de toneladas en el 2030 .
Globalmente los indicadores prevén que el volumen de negocio de las tecnologías de hidrógeno alcance 22.000 millones de euros para 2030, siendo el valor actual de 500 millones. De hecho, el 20% de las inversiones mundiales relativas al hidrógeno se realizan en España—Wood Mackenzie—.
Junto con las condiciones geográficas y climáticas indicadas, España se destaca como potencial de hidrógeno por la alta capacidad demostrada para la puesta en marcha de energías renovables, principalmente solar y fotovoltaica. Gracias a las políticas y financiación adoptadas por la UE y el Gobierno, se estima que el MW generado por plantas renovables en 2030 será diez veces mayor a los MW consumidos.
Evidentemente, el porcentaje tan alto de potencia renovable con el que cuenta nuestro parque de generación favorece enormemente la inversión en proyectos de hidrógeno verde, abaratando enormemente, su producción en comparación con la mayoría del resto de países europeos. Si bien dependerá de la escala del Proyecto, los expertos indican que, en 3 o 4 años, el precio del hidrogeno puede ser rentable, alcanzando 1,5€/Kg. en una Planta de 350-400 MWh—RENMAD Hidrógeno 2022—.
Del mismo modo, dadas las condiciones geográficas de España, el almacenamiento de hidrógeno se ve igualmente en una posición privilegiada. Esto se debe a la existencia de redes de cavernas salinas donde, de forma muy similar a la del almacenamiento de CO2 podría almacenarse estacionalmente el hidrógeno en forma gaseosa, contando ya con regulación de tal almacenamiento en la Ley 40/2010.
Con todo, no existen aún proyectos de almacenamiento de este tipo. No obstante, es práctica común, principalmente en Reino Unido, y en otros países europeos donde esta tecnología empieza a consolidarse. En el caso de España se proyecta que podrían almacenarse hasta 1,26 PWh de hidrógeno de esta forma, lo que sitúa la capacidad de almacenamiento potencial del hidrógeno únicamente tras el de Alemania y Polonia. Una de las grandes ventajas de este sistema de cavernas es que, en su mayoría, se encuentran a menos de 50 kilómetros de la costa, lo que presenta un gran beneficio en términos del transporte del hidrógeno.
Y es que el transporte del hidrógeno es uno de los importantes elementos a tener en cuenta a la hora de desarrollar infraestructura de producción de hidrógeno. En este frente, España se vuelve a posicionar en una situación muy favorable. Primeramente, gracias a la gran superficie de costa, lo cual permite un fácil acceso a puertos en la mayoría del territorio para su transporte por buque ―siendo este medio de transporte el más atractivo para largas distancias―. Adicionalmente, la presencia de una amplia red de gas natural, que permite conectar las regiones españolas, así como con países vecinos, notablemente Francia y Marruecos. Esta red de gas puede ser fácilmente empleada para el transporte de hidrógeno, si bien el Gobierno no es partidario de permitir el transporte conjunto de hidrógeno y gas natural, apostando más por proyectar su propia red de transporte.
Finalmente, otro punto destacable es la existencia de demanda de consumo, fundamentalmente por el sector industrial electro intensivo y transporte. Así, la presencia de industrias consumidoras facilitará la identificación de valles de hidrógeno.
En su discurso sobre el estado de la Unión de 2022 el pasado 14 de septiembre, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, resaltaba la necesidad de pasar a un mercado masivo del hidrógeno, proponiendo crear un facilitador del mercado del hidrógeno que aumente la inversión para casar la oferta y la demanda venidera. Con este fin anunciaba la creación de un Banco Europeo del Hidrógeno, que asegurará la compra de hidrógeno, invirtiendo 3.000 millones de euros para construir el deseado mercado.
Definitivamente, aunque lenta, la consolidación del Hidrógeno verde como nuevo vector energético es imparable y la oportunidad inmensa pese a los «cuellos de botella» que hay que superar. Si se logra, España podría situarse como un referente mundial en la producción de hidrógeno verde, permitiendo alcanzar los objetivos de descarbonización para 2050, y crear una Europa más independiente energéticamente, más limpia y sostenible.
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