Actualmente, teniendo en cuenta los tiempos de crisis que corren, tener un trabajo estable desde hace ya algunos años, constituye un gran privilegio.
Ni que decir tiene que las buenas relaciones con los compañeros de trabajo y el poder desenvolverte en un ambiente laboral sano, son valores añadidos que hacen que tu puesto de trabajo constituya un auténtico tesoro en el mercado laboral actual.
A nadie se le escapa que algunos días son más tensos que otros, por urgencias, estrés, exceso o falta de trabajo, resolución de problemas añadidos, problemas en la consecución de resultados económicos, etc., pero nunca ,y en ninguna empresa, deberíamos permitir que se perdieran la educación, el respeto mutuo o la cordialidad entre compañeros de trabajo, factores que psicológicamente ayudan a mantener día a día tu equilibrio emocional, y constituyen una variable fundamental y demostrada a la hora de alcanzar mayor rentabilidad en un puesto de trabajo.
Desafortunadamente esto no siempre sucede, más bien casi nunca, me atrevería a decir.
El hecho de que la situación económica actual de lugar a situaciones de incertidumbre en las empresas, a la puesta en marcha de contención de gastos, recortes y situaciones de crisis que lo único que hacen es crispar los nervios de los miembros de una Compañía, desde el Director hasta el personal de limpieza, tendría que potenciar la reflexión y esfuerzo ,por parte de todos, para intentar mantener una actitud conciliadora y, cuanto menos, amable a la hora de entablar esa comunicación en la empresa, ya sea de forma vertical u horizontal.
Esbozar alguna sonrisa de vez en cuando, preguntar de forma sincera por la vida personal de los empleados, borrar de algunos rostros esa seriedad que sólo conlleva hostilidad, son acciones que no cuestan nada, y los resultados son, en algunos casos, sorprendentes : “Sonrían que es gratis”.
Carmen Roldán Galán
Ceca Magán Abogados